Ritual para olvidar a un mal amor

¿Un ingrato te rompió el corazón? Te recomendamos estos pasos para que lo dejes en el pasado.

Siempre es difícil cuando terminas una relación, sobre todo cuando pensaste que iban a durar. Toda cuestión de amor es delicada y, cuando se acaba, nos sentimos pésimo y queremos llorar y llorar por horas. Por eso, queremos ayudarte con un pequeño ritual esotérico para olvidar un amor con los siguientes pasos:

1. Necesitarás una imagen de la persona que quieres dejar atrás. Bota todo tipo de recuerdos que te deje esa persona y que no te estén ayudando a eliminarla de tu vida.

2. Llena de agua una jarra transparente. La foto de la persona la pondrás debajo del jarro, para que la puedas ver entre el agua.

3. Toma una cucharada de aceite y ponlo dentro del jarrón con agua.

4. Necesitarás dos velas: una blanca y otra roja. Conságralas recitando en voz alta que las usarás para este ritual en el que pretendes olvidar a una persona. La vela blanca colócala a la izquierda del jarro. La vela roja irá a la derecha del jarro. Prende ambas velas con cerillos.

5. A través del agua, mira la foto de la persona y concéntrate, visualizando que está saliendo de tu vida. Repite que le estás quitando el poder de tenerte en tu mente y corazón y que es hora de irse a otro lado.

6. Enseguida toma la foto debajo del jarrón y préndela con la vela blanca y otro extremo con la vela roja. Deposítala con cuidado en un botecito o envase donde puedas dejar y ver que se vaya quemando.

7. Mientras la foto se quema, recítate en voz alta: "Yo, (dices tu nombre), quemo tu imagen, (el nombre de la persona que quieres olvidar) y decreto que te quiero lejos de mi vida y de mi mente. Deja mi corazón y me libero de este dolor".

8. Tira el agua y aceite del jarro en un lugar fuera de tu casa. Cuando se termine de quemar la foto, junta las cenizas y deja que se las lleve el viento o entiérralas en algún parque o sitio lejos de tu hogar.

Por supuesto, es una pequeña ayuda esotérica para olvidar a alguien, pero recuerda que tú mismo tienes el control siempre y las cosas te afectarán cuanto lo desees. Con fe, paciencia y tiempo, irás sanando y descubriendo todo lo bueno que viene hacia ti. ¡A seguirle!